Cómo Identificar el Estrés y Síntomas de Ansiedad

El estrés, por lo general, es la reacción ante un evento externo, una situación que está viviendo la persona. Usualmente se disminuye cuando la persona toma pasos para llevar a cabo la situación. El estrés no siempre tiene un efecto negativo. Todo depende de la intensidad y la duración en la que se vive. La ansiedad, por el otro lado, se siente cuando se está viviendo una presión interna o una preocupación constante frente a algo. La ansiedad es una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, preocupación y algunos cambios físicos como un incremento en la presión arterial. La dificultad para identificar ansiedad es que la misma tiene muchas máscaras: para algunos, se puede sentir como un apretón en el pecho; para otras, se puede sentir como un dolor de estómago; o como un dolor de cabeza. Pero generalmente es un sentimiento de anticipación. La ansiedad prolongada se puede definir como el Trastorno de Ansiedad Generalizada. 

Es importante conocer la diferencia entre ambos términos porque su desarrollo va a ser distinto. La exposición constante y prolongada ante el estrés puede hacer que surjan otras dificultades físicas como problemas cardíacos o gastrointestinales y afecta la calidad de vida de la persona. La ansiedad prolongada puede llevar a otras dificultades emocionales, que intervienen en la calidad de las relaciones que forma la persona y cómo interactúa con su medio ambiente. Existen varios tipos de ansiedad y varios tratamientos para su mejoramiento.

La pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) ha resultado estresante para las personas de cualquier edad y a cualquier nivel. El temor y la ansiedad con respecto a una nueva enfermedad pueden ser abrumadores, provocando emociones fuertes tanto en adultos como en niños. Las medidas de salud pública, como el distanciamiento social, pueden hacer que las personas se sientan aisladas y en soledad y es posible que aumente el estrés y la ansiedad. Sin embargo, estas medidas son necesarias para reducir la propagación del virus. Es muy importante fortalecernos, aprendiendo a lidiar con el estrés de manera saludable.

Cada persona reacciona de manera distinta a las situaciones de estrés y depende de varios factores como lo son: el apoyo social de familiares o amigos, su situación financiera, su salud y antecedente emocional, la comunidad en la que vive.

Entre las reacciones que pueden aparecer están:

• Cambios en los patrones de sueño o alimentación.
• Dificultades para dormir o concentrarse.
• Temor y preocupación por su salud y la salud de sus seres queridos.
• Temor por su situación financiera o laboral.
• Pueden agravarse problemas de salud crónicos.
• Pueden agravarse o aparecer problemas de salud mental.
• Mayor consumo de cigarrillo y/o alcohol y otras sustancias.

Habrá personas que, por su edad, por su lugar de trabajo o por su responsabilidad vivirán aun con mayor intensidad el estrés antes esta crisis, como lo son:

• Aquello que tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19.
• Los Niños y adolescentes.
• Personas encargadas de los cuidados de familiares o seres queridos.
• Los trabajadores en la primera línea como proveedores de atención médica y personal de respuesta a emergencias.
• Personas con enfermedades mentales prexistentes
• Los que perdieron sus trabajos, les redujeron la jornada laboral o tuvieron otros cambios importantes en sus empleos.
• Personas con discapacidades o un retraso en el desarrollo.
• Personas en aislamiento social, incluidas aquellas que viven solas y en áreas rurales o fronterizas.
• Personas que no tienen acceso a información en su lengua principal, personas sin hogar.

Consultorio Psicológico
Mgter. Yelania Tejeira
Psicóloga Clínica
Terapeuta de Niños, Adolescentes y Adultos

Puedes encontrarlos en Instagram @consultoriospsicologicospty